La importancia de los becarios de secuestro de carbono

Si tuviera que aconsejar a alguien que empieza su carrera investigadora sobre qué tema debe elegir, para mí sería una obviedad. Este siglo nos enfrentaremos a retos absolutamente enormes para eliminar del aire el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Hay ingenieros que trabajan sin descanso en la construcción de máquinas para la captura directa del aire, que captarán el CO2 y lo pondrán en ladrillos que podríamos enterrar. Otros quieren utilizar los océanos para absorber el dióxido de carbono. Pero de todas las opciones existentes, la más noble es el secuestro de carbono a partir de plantas, porque es utilizar y aprender del oráculo de todo conocimiento: la naturaleza. Milenios de evolución han hecho que la naturaleza haya aprendido todos los trucos posibles. Lo ha intentado, ha fracasado, lo ha vuelto a intentar y ha perfeccionado procesos que han regulado con tanta elegancia el clima de nuestro planeta hasta que llegamos los humanos.

Me hace enormemente feliz dar la bienvenida a los Becarios de Secuestro de Carbono a la Alianza de Bioversity International y el CIAT, me siento orgulloso de que el Bezos Earth Fund esté apoyando esta iniciativa. Habiendo comenzado mi carrera en el CGIAR como becario hace más de 23 años, recuerdo con cariño aquellos primeros años como un periodo de enorme aprendizaje y decisivo para ayudarme a llegar a donde estoy hoy. Los becarios no sólo desarrollarán su propia capacidad y, con suerte, emprenderán carreras productivas en este campo, sino que también desarrollarán la capacidad de la sociedad para hacer frente a la crisis climática a través de su investigación, aprendiendo de la naturaleza y desarrollando conocimientos sobre cómo podemos utilizar las plantas para secuestrar mejor el carbono.